Si alguna vez paseando por algún pueblo de Málaga, dirigimos la mirada a sus balcones llenos de macetas, veremos una planta roja totalmente cubierta de flores rosadas. A primera vista no nos daremos cuenta de la planta que es, pero si nos fijamos veremos que es una begonia, la Begonia Richmondensis.
Esta variedad de begonia está muy influida por las condiciones lumínicas.
A pleno sol, sus hojas se tornan de un color bronce, permaneciendo verdes en plena sombra. También varía el aspecto de la hoja, estando plegadas a pleno sol y abiertas cuando están a la sombra.
El sol influye de igual modo en el color de la flor, más acentuado a pleno sol y casi blanco a la sombra.
Posiblemente sea la begonia más común en los pueblos, por su rusticidad y por su facilidad de multiplicación por esquejes.
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