Palmiras, junquillos, freesias...

Todos estos nombres me traen a la memoria el recuerdo de la primera planta de flor que posiblemente tuve. Corrían los últimos años de la década de los 60 y nosotros llevabamos en la ciudad aproximadamente unos 6 meses. Por fin teniamos una casa nuestra, con una pequeña terraza, donde daba el sol de la mañana y con el suficiente sitio para tener unas cuantas macetas. Pronto me hice de algunos tiestos con plantas crasas y algunos cactus. En aquel tiempo y durante una semana mas o menos tuvimos acogida a una mujer mayor del pueblo cuyo marido estaba ingresado en el hospital.

Esta buena señora se dio cuenta de mi afición a las plantas y una vez  de vuelta a su casa nos hizo llegar una maceta con una pita o algun tipo de áloe.

 En aquella maceta, era septiembre, empezaban a asomar unas puntas verdes que pronto llenaron toda la maceta ocultando la pita que habia sembrada. No le di la mayor importancia y deje que las plantas crecieran. A finales de Enero empezaron a salir unas varas verdes al final de las cuales y perpendicular a ellas crecia otra varita con unos 5 o seis capullos en distintas fases de crecimiento.

 Hasta ahora no habia nada de particular en la planta, hasta que empezaron a  abrir las flores, color blanco marfil con una mancha amarilla y exhalando un perfume que nunca antes había olido. Ahí empezó mi amor por las fresias, palmiras, junquillos y todos los nombres por los que me entere que se conocia esta humilde y maravillosa flor.

Ahora, muchos años despúes y yo casi tan mayor como aquella buena señora, sigo enamorado de estas plantas y aún cuando desde entonces han surgido cantidad de cultivares en distinto tamaño y color esas pequeñas plantas de color marfil siguen siendo mis preferidas, ninguno de los cultivares que han sacado tienen el olor de la primitiva planta, y cada año sigo esperando en septiembre que asomen sus brotes verdes y experimentando a finales de enero el mismo gozo y la misma alegria que experimenta en aquellos años cuando me regalaba sus humildes flores.

Fecha de siembra: En agosto ya se pueden sembrar los cormos, empiezan a despuntar a finales de Agosto y primeros de Septiembre. A finales de Enero, segun la climatologia pueden empezar a florecer y a ultimos de abril, primeros de mayo se seca la planta, volviendo a iniciarse el ciclo en Agosto.

Estas primeras fotos son de la primera planta que tuve, que sigue siendo mi favorita.

Tanto el tamaño de la planta como el de la flor son menores en este cultivar antiguo ( no estoy seguro si es un cultivar o es la especie original freesia refracta alba).

También varía la forma de la flor en los cultivares modernos.   Morada con centro amarillo.

  Aún huele, pero no tan penetrante.

Roja, sembrada en plena tierra y renaciendo todos los años

Espero que aunque no os traigan tantos recuerdos
disfruteis tanto con ellas como disfruto yo.